Thursday 13 January 2011

EMIGRAR





Voy a emigrar…….que fácil se dice!!! Vamos a tratar de ver el proceso.
Déjame ver que opciones tengo.  ¿Tengo pasaporte de la comunidad?  ¿Tengo suficiente dinero como para irme como inversionista? ¿Monto o compro un negocio en otro país?  ¿Busco un empleo y me voy solicitado por una compañía? ¿Solicito la emigración y hago todo el papeleo? La ultima, pero no recomendable, es la de emigrar en forma de indocumentado.
Muy bien, escojo una de estas opciones y luego viene la segunda etapa, cerrar todo, o dejar algunas cosas abiertas. De todas maneras hay mucho papeleo que hacer, ver que me llevo y que no me llevo, venta de casa, carro, muebles etc. Todo esto agota y deja poco tiempo para pensar en la realidad.  
Luego viene el momento de decidir el día de la partida, tener todo listo para ese momento, y luego ir a las despedidas que nos ofrecen, y despedirnos de familia, amigos, trabajo, hogar, El Ávila y por ultimo Venezuela….o sea, todo lo que fue nuestra vida por tantos años. 
Esto es solo el comienzo del proceso de emigrar. Aunque no lo crean, ahora es que viene lo duro.  Lo duro no es que es país es distinto, no es que la gente es distinta, no es que el idioma es distinto, o las costumbres distintas,  no, no es nada de esto.  Es la sensación de estar en un vacío sin pertenencia. Dejamos todas las raíces atrás.  ¿Qué le pasa al árbol si lo trasplantamos cortándole las raíces? Si, se muere, y este es la sensación cuando uno emigra.  Algo en uno se muere.  Se muere la vida de antes.  SE MUERE LA SENSACION DE PERTENENCIA. Ya no tenemos nuestra tribu, ya no tenemos nuestra tierra, ya no tenemos nuestras costumbres.   Esto es lo que hace tan difícil la emigración. 
No creo que uno pueda hacer que las raíces del árbol crezcan de nuevo.  Creo que hay que tomar una semilla de ese árbol y sembrarlo de nuevo en esa nueva tierra, abonarlo con cariño, regarlo a diario y como a los dos años sale de la tierra un nuevo árbol, aun pequeño y frágil, pero tiene todo el ADN del otro árbol, mas esta creciendo en esta tierra nueva.  As, tiene la promesa de una vez mas ser un árbol grande, fuerte y productor de nueva fruta.
¿Emigrar es fácil? No, no lo es, ni lo fue para nuestros antepasados, ni lo es para nosotros ni lo será para nuestros hijos. Uno no emigra porque quiere, uno emigra por necesidad.  Hay pocos los que cambian de país por aventurar, los aventureros van a conocer lo desconocido en las Amazonas o en las profundices del África, no emigran.
Mis mejores deseos para todos los que han o están emigrando.

1 comment:

  1. Cristina Stecca:
    Querida Gill, al igual que tú, como hija de emigrantes, también tengo el estigma o el don de la adaptación a nuevas tierras, con todo lo que eso implica, en especial cuando lo hacemos en la edad cuando más queremos sentirnos seguras, acogidas, establecidas.
    Sin embargo, nunca antes en la historia los seres humanos habiámos tenido que emigrar tanto y en gran volumen.
    Quizás el futuro se nos plantee con nuevos paradigmas, donde deje de ser un trauma y sea la norma. Algo así como los viajes por avión, los cuales eran impensables y ahora nos resultan "naturales".
    Sin embargo, por mucho que evolucionemos, si seguimos pertenenciendo a la especie humana, tendremos que volver al origen, por convicción o por obligación.
    En la medida en que nos hemos convertido en una sociedad individualista, autoreferente y "exitosa", estamos más enfermos de soledad, desconexión y sin sentido en un estilo de vida de "sálvese quien pueda".
    Ojalá que la vuelta a la naturaleza, pueda darse antes de que no haya a donde volver. Pero si somos los sufiencientemente conscientes de nuestra inmensa dependencia a la tierra y su generosa contención, tendremos la posibilidad de honrarla tanto que podamos encontrarnos en ella como hijos de una misma Madre.
    Desde allí ya no tendremos que competir porque habremos aprendido la lección de que nada es de nadie, pero es de todos. Por lo tanto, cuidaré de lo tuyo, y yo de lo mío, y juntos cuidaremos lo nuestro.
    Ya no tendremos que huir de nuestros hogares, no tendremos que dejar atrás nuestras raíces, y ningún lugar nos será ajeno.
    Mientras tanto, bendigo y riego mi jardín, el jardín de todos, el jardín de Nuestra Madre Tierra.

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