Sunday, 7 November 2010

ESTAR SOLO



La naturaleza del ser humano es estar acompañado.  La vida comienza con una pareja haciendo el amor, nueva vida se crea entre dos personas. Luego pasamos los primeros nueve meses dentro del vientre de la madre, acompañado en todo momento.  Nacemos y estamos acompañados, si no, moriríamos, y así consecutivamente.  La unión de lo masculino y lo femenino hace la totalidad.  Así, aceptamos que la condición ideal es estar acompañados, pero no siempre es la realidad, por una razón u otra. 
Cuando nos encontramos solas o solos tenemos una de dos opciones.  O nos pasamos el tiempo lamentándonos, y buscando algún culpable por esta condición de soledad, o decidimos que a pesar de estar solos vamos a tener una vida que valga la pena.
En la primera opción, ponemos nuestra felicidad en manos de otra persona, en la segunda opción, asumimos responsabilidad por nuestra propia vida y nuestra felicidad. 
Al tomar la segunda opción, necesitamos empezar a conocernos, ver quien somos, que nos gusta y que no nos gusta. Muchas veces esto implica cambios porque hemos crecido con expectativas de pareja, hijos, familia, y tenemos que llenar esos vacíos con otras cosas y actividades que nos llenan, un trabajo que nos encanta, un hobby o ejercicio que nos guste, amistades que llenan lo afectivo y acompañan cuando lo deseamos o necesitamos, y quizás lo mas importante, un camino espiritual.  Este camino espiritual puede ser de cualquiera tendencia, pero el saber que hay ALGO más grande que nosotros a lo cual pertenecemos, quita esa sensación de soledad y vacío.  Sabemos que aunque no estamos en pareja, nunca estamos solos.  
Así, logramos estar en paz y ser buena compañía para nosotros mismos. No es lo ideal, pero se puede vivir bien estando solo, y esto nos da la oportunidad y el tiempo para ayudar a otros.