En la astrología, las relaciones de pareja de definen en dos sectores o casas diferentes. La casa V representa las relaciones de amigos con derechos, amantes, noviazgos y concubinato. La casa VII representa el matrimonio. Muchos dicen que el concubinato y el matrimonio son la misma cosa, pero este no es así.
En la casa V estamos en la relación mientras queremos estar. Esto no quiere decir que la relación no pueda durar, pero es el estilo de relación para las personas que les cuesta el compromiso. Esa sensación de que se pueden ir si quieren es muchas veces lo que los mantiene ahí, Esto es tan cierto, que muchas relaciones que han funcionado bien como amantes o en concubinato, que luego se casan, al poco tiempo terminan por separarse.
En la casa VII tenemos el matrimonio, un contrato firmado entre dos personas. Esta es la relación para las personas que no temen el compromiso ni temen crear metas a largo plazo con otra persona. La firma legal y el ritual eclesiástico simplemente refuerzan su compromiso.
Ni el uno ni el otro es mejor o peor, son diferentes. En nuestra cultura, lo aceptado es el matrimonio, así inicialmente vamos por esta opción, sin en realidad saber donde estaríamos mas cómodos.
El porcentaje de divorcios indicaría que algo no esta funcionando en lo que es el compromiso del matrimonio. Creo que el ingrediente que cambio fue la mujer. Ya no es tan sumisa, ya tiene sus propias expectativas, y las parejas no se están comunicando lo suficientemente bien para funcionar como compañeros en una empresa, la empresa de la vida en pareja y la familia. Tanto la mujer como el hombre esperan algo de la relación que no se esta realizando, y no saben como comunicarse y negociar sus necesidades.