A través de los años, me he dado cuenta
de que hay muchas maneras de relacionarnos en pareja, y no necesariamente son
las tradicionales que la sociedad espera de nosotros.
Por empezar, en la astrología hay dos
lugares para ver pareja, la Casa V que
representa todo tipo de relación que no tenga un documento firmado y la Casa
VII que tiene un documento firmado, el matrimonio.
En la Casa V tenemos, amigos con
derechos, noviazgos, comprometidos, amantes que implica por lo menos tres
personas involucradas, una pareja con uno de ellos con otra persona, y en este
grupo también incluyo los que están conviviendo, aunque esto está en discusión
hoy en día por algunos astrólogos por ser tan común. Dentro de este grupo
también se está viendo la pareja que está en una relación de compromiso pero
cada cual en su casa, quizás porque
tengan hijos de otro matrimonio o porque simplemente no quieren compartir
su espacio tiempo completo.
Las relaciones de Casa V probablemente se
dan en personas que por alguna razón u otra temen al compromiso y las
responsabilidades que conllevan el matrimonio.
Esa sensación del amarre para toda la vida, de la falta de libertad, del
siempre tener que considerar a la otra persona y luego los hijos. Esto no
quiere decir que estas relaciones no pueden durar, pueden durar toda una vida
pero siempre hay esta sensación de que están porque quieren no por obligación.
La Casa VII es la relación de matrimonio
y por lo tanto de compromiso y responsabilidad, se espera que sea para toda la vida. Son dos personas
que se unen para compartir sus vidas con todos sus altos y bajos, con un plan
de vida a largo plazo y en conjunto. No tienen miedo de asumir este compromiso
frente a Dios y la ley si es necesario.
Esto tampoco implica que va durar toda la vida pero esa es la intención
cuando se casan.
La mayor parte de las personas creen que
para tener una buena relación, sea la que sea, solo se necesita el amor. Nada más
lejos de la verdad. Obviamente es un
ingrediente muy importante pero no es suficiente. Para que una relación de pareja realmente sea
buena y tenga la posibilidad de combatir las tempestades del tiempo necesita
muchas otras cosas.
- Se necesita amor.
- Se necesita saber que es una relación para la otra persona.
- Se necesita saber que espera la otra persona de la relación.
- Se necesita saber como la otra persona se proyecta en el tiempo.
- Se necesita saber que tipos de modelos de familia cada cual trae a la relación, porque esto va influir.
- Se necesita una buena y honesta comunicación y una mesa de negociación donde se hablan y resuelven los problemas.
- Se necesita paciencia, tolerancia y aceptación frente a sus diferencias y sus procesos individuales.
- Se necesita aceptar que aunque estén en una relación, cada cual también tiene un proceso individual que tiene que vivir y el saber combinar esto con la tercera entidad que es el matrimonio.
- Hay que aceptar que como todo en la vida, las relaciones tienen sus ciclos, sus altos y bajos, tiempos de sol y tiempos de tempestades, y en conjunto trabajar los tiempos difíciles confiados de que luego estarán bien de nuevo, buscando eso que los unió en un comienzo.
Las buenas
relaciones de pareja se crean aquí en la tierra, no en el cielo. No hay la media naranja perfecta. No hay el
príncipe y la princesa de los cuentos de hadas.
La pareja esta como espejo para mostrarnos nuestras zonas de trabajo, y
por lo tanto muchas veces la relación o la pareja genera incomodidad e
inseguridad y es un constante proceso de ajuste, de trabajo tanto personal como
de pareja, adquiriendo seguridad y auto estima personal, hasta llegar al tiempo
que sabemos que podemos estar solos si eso fuese lo que la vida nos mandara en
algún momento dado.
La condición natural
es de estar en pareja, es a donde mejor uno crecer y aprende a relacionarse,
pero también hay que saber que uno pudiera estar solo si fuese necesario, y
esto también es parte del trabajo de la buena relación de pareja. Nuestra
pareja nos ayuda a crecer personalmente. ¿Un trabajo sencillo? No, quizás uno
de los trabajos más difíciles en la vida del ser humano, por lo tanto, no es de
tomarse en forma ligera y sin consciencia pensando que el amor lo va resolver
todo. Se está entrando a una asociación de trabajo de vida. Como en toda
asociación se necesita saber que aporta uno y que va a aporta el o la socia.
Es la búsqueda de nosotros mismos a través de otro
ser.